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Tratamientos tópicos para la Dermatitis Atópica Canina

MVZ R2 Andrea R. Solís Piña

Profesor: MVZ EMCPG. Martín Acevedo Arcique

Universidad Autónoma de Yucatán

Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia

Especialización en Medicina y Cirugía de Perros Y Gatos

Introducción

La dermatitis atópica canina (DAC) se ha definido como una “enfermedad cutánea alérgica, inflamatoria y pruriginosa, genéticamente predispuesta con características clínicas, asociada con anticuerpos IgE dirigidos comúnmente contra alérgenos ambientales”. La DAC es una de las enfermedades de la piel más comunes en los perros, con una prevalencia del 3 al 15 % de la población canina general y representa entre el 3 % y el 58 % de los perros afectados por enfermedades de la piel que se presentan a los veterinarios (Saridomichelakis et al., 2015).

Los tratamientos más utilizados y eficaces han sido las terapias de amplio espectro, (v. gr. los glucocorticoides), que pueden suprimir una multitud de mediadores inflamatorios y proporcionan un alivio eficaz de la respuesta alérgica en la mayoría de los pacientes, al menos a corto plazo. Tradicionalmente este ha sido el enfoque principal para la enfermedad atópica, pero dado que esta afección es de naturaleza crónica, es importante proporcionar opciones, ya que la eficacia de los glucocorticoides tiende a disminuir con el tiempo y los efectos adversos pueden volverse inaceptables. Por estas razones, es importante tener un enfoque a largo plazo, así como estrategias para hacer frente a los brotes agudos y a las infecciones secundarias, que constituyen un factor agravante significativo (Marsella, 2012).

A la luz de esta consideración, la terapia tópica es extremadamente importante y debe considerarse como parte integral del tratamiento a largo plazo. Estudios recientes también han destacado la importancia del deterioro de la barrera cutánea en la DAC. La disfunción de la barrera cutánea puede provocar una mayor penetración de alérgenos y un mayor riesgo de sensibilización alérgica.

La mayoría de los tratamientos tópicos son seguros con una mínima toxicidad cutánea o sistémica. Por lo tanto, su uso puede compensar la necesidad de tratamientos sistémicos que son costosos y/o tienen un mayor potencial de efectos adversos. Las terapias tópicas pueden hidratar y calmar la piel, tratar y prevenir las infecciones secundarias por hongos y bacterias, así como eliminar las escamas, la grasa y los alérgenos adheridos (Nuttal, 2020).

OPCIONES EN EL TRATAMIENTO TÓPICO PARA DAC

GLUCOCORTICOIDES TÓPICOS

El uso de glucocorticoides sistémicos puede reemplazar la terapia sistémica a largo plazo para el manejo de DAC, si la inflamación y el prurito están restringidos a áreas cutáneas localizadas. Aunque el tratamiento tópico es relativamente más costoso y laborioso de utilizar, en comparación con los glucocorticoides orales, son considerados mucho más seguros (Olivry et al., 2003). Sin embargo, se debe tener cuidado para evitar la atrofia cutánea inducida por esteroides que casi siempre se desarrollará después de la aplicación diaria a largo plazo del producto en las mismas zonas de la piel (Olivry et al., 2015).

Más recientemente se ha informado del uso de glucocorticoides tópicos de diéster, como el aceponato de hidrocortisona, que se metabolizan in situ en moléculas inactivas y combinan una alta potencia con una menor propensión a los efectos adversos sistémicos. Una vez en remisión, después del tratamiento diario con aceponato de hidrocortisona, se ha propuesto un tratamiento tópico (una vez al día durante dos días consecutivos por semana) en un esfuerzo por retrasar la recurrencia de los signos clínicos y reducir la necesidad de medicación antiinflamatoria sistémica (Saridomichelakis et al., 2015).

Los glucocorticoides tópicos en aerosol (v. gr. Cortavance Virbac- aceponato de hidrocortisona) son efectivos para el tratamiento de brotes agudos de DAC y atienden significativamente las lesiones y prurito (Olivry et al., 2015).

El principal problema que se observa con el uso de esteroides tópicos es el empleo prolongado, a pesar de la presencia de una infección secundaria. En esas circunstancias, es probable que se observen efectos adversos y falta de eficacia (Muller & Kirk, 2013).

INHIBIDOR TÓPICO DE LA CALCINEURINA (TACROLIMUS)

Tacrolimus es un inhibidor tópico de la calcineurina que puede usarse en lugar de la terapia inmunosupresora sistémica para tratar la inflamación localizada y el prurito (Saridomichelakis et al., 2015). En los casos en que la atrofia cutánea sea una preocupación, el tacrolimus tópico puede sustituirse por glucocorticoides tópicos. El costo del producto y la formulación grasosa hacen que este tipo de terapia sea la mejor para los casos con enfermedad localizada. Además de no inducir atrofia cutánea, la otra ventaja del uso de tacrolimus es la ausencia de riesgo de favorecer infecciones secundarias. En estudios de medicina humana se demostró que el uso regular de tacrolimus ayudó a disminuir las infecciones estafilocócicas.

El tacrolimus tópico se aplica inicialmente a diario en las áreas afectadas y, una vez que se obtiene el beneficio (generalmente dentro de los 7-10 días), se puede disminuir la frecuencia de aplicación. En algunas personas el tacrolimus puede causar inicialmente un aumento del prurito o una sensación de escozor, que tiende a desaparecer a los pocos días de la terapia. A pesar de la advertencia de recuadro negro sobre el tacrolimus tópico, en la actualidad no hay casos confirmados de desarrollo de cáncer relacionados con el uso de este producto en perros o humanos. Este hecho, junto con su mínima absorción a través de la piel, convierte al tacrolimus en una opción muy segura para la terapia tópica que busca disminuir el prurito y la inflamación (Muller & Kirk, 2013).

El lento inicio de acción de los inhibidores tópicos de la calcineurina (v. gr. Tacrolimus) los hace inadecuados para tratar los brotes agudos de DAC (Olivry et al., 2015).

TRIAMCINOLONA TÓPICA

Un bajo porcentaje de triamcinolona aplicada tópicamente es otra opción para controlar eficaz y rápidamente el prurito en perros atópicos. Esta modalidad de tratamiento es segura y bien tolerada en la mayoría de los casos (Marsella, 2012).  La disponibilidad de un aerosol con triamcinolona de bajo porcentaje ayuda a controlar los brotes agudos. Estos productos son bastante seguros y tienen efectos adversos mínimos o nulos, especialmente si se utilizan para la terapia a corto plazo de un brote (Muller & Kirk, 2013). La triamcinolona utilizada como solución en aerosol en una concentración de aproximadamente un sexto de la concentración de las preparaciones tópicas de triamcinolona actualmente disponibles para uso veterinario; es eficaz para el alivio a corto plazo del prurito alérgico en perros. Los efectos adversos son pocos y leves y, por tanto, no excluyen el tratamiento prolongado con la solución (DeBoer, 2012).

OPCIONES TERAPEÚTICAS PARA LA DISFUNCIÓN DE LA BARRERA CUTÁNEA

Hasta hace poco, la mayoría de las terapias tópicas para la DAC se dirigían a disminuir la inflamación y el prurito; muy pocos productos han intentado abordar el problema de la función de barrera (Muller & Kirk, 2013). La disfunción de la barrera cutánea juega un papel clave en la dermatitis atópica. Este deterioro está relacionado con la composición y el metabolismo alterados de los esfingolípidos epidérmicos y una deficiencia de ceramidas (Marcella et al., 2020).

Las pautas de tratamiento del Comité Internacional de Enfermedades Alérgicas en Animales (ICADA) para DAC (Olivry et al., 2010; 2015) establecen que los baños al menos una vez a la semana con un champú no irritante y agua tibia, pueden proporcionar un efecto calmante directo a la piel, eliminar físicamente alérgenos y microbios y aumentar la hidratación de la piel
(Nuttal, 2020).

FITOESFINGOSINA

Se ha utilizado un aerosol y un champú que se aplica en forma puntual y contiene fitoesfingosina para disminuir la inflamación y el prurito en perros atópicos. Se afirma que la fitoesfingosina tiene propiedades antibacterianas y ayuda a restaurar la barrera lipídica en la piel. Actualmente no existen datos publicados que apoyen o refuten este concepto. Teniendo en cuenta los estudios recientes que enfatizan la importancia de las deficiencias en la barrera cutánea en perros atópicos, este tipo de terapia tópica se espera con gran interés (Muller & Kirk, 2013).

GLUCOSAMINOGLICANOS Y ESFINGOLÍPIDOS

La función principal de los esfingolípidos epidermales en el estrato córneo de la epidermis, es la formación de la barrera cutánea y la regulación transepidermal de la pérdida de agua. Las ceramidas con los principales esfingolípidos epidermales (Marcella et al., 2020).

La aplicación de un extracto de esfingolípidos único -especialmente rico en esfingomielina-, condujo a un aumento de los niveles de ceramida en el estrato córneo y al refuerzo del número de estructuras lipídicas laminares. Otro estudio in vitro reciente, informa sobre la capacidad de la esfingomielina para modular a la baja la secreción de PGE2 en queratinocitos caninos, por lo cual proveería beneficios clínicos al reducir la inflamación y ayudar en restaurar la función de la barrera cutánea. Los glicosaminoglicanos (GAG) pueden ser utilizados como terapia adjunta para la curación de heridas y el mantenimiento de la homeostasia en la piel. El ácido hialurónico, un abundante componente de GAG en la piel, está involucrado en el proceso de cicatrización.

Los beneficios clínicos reportados después de la administración de la combinación de esfingolípidos con AGES, especialmente en el prurito, confirman su eficacia. Además de eso, si se usa en combinación con otras terapias, podría resultar en mejoras más rápidas, permitiendo una reducción en la necesidad y dosis de otros medicamentos y ser útil para el manejo a largo plazo de dicha condición crónica (Marcella et al., 2020).

COMPLEJOS LIPÍDICOS (CERAMIDAS, COLESTEROL, AGES)

La aplicación de un complejo lipídico tópico que contiene ceramidas, colesterol y AGES en una proporción destinada a reproducir la de los lípidos del estrato córneo intercelular (v. gr. Allerderm Spot On, Virbac) cada tres días durante seis aplicaciones en perros atópicos, moderó las anomalías preexistentes del perfil lipídico del estrato córneo. Se había demostrado previamente que esta formulación aumentaba la formación de laminillas lipídicas del estrato córneo intercelular de apariencia normal en algunos perros con DAC; sin embargo, sólo se informó un beneficio clínico menor e inconsistente de este complejo lipídico tópico (Olivry et al., 2015). Un pequeño ensayo controlado, aleatorio, estableció la modesta eficacia de una formulación tópica que contiene ácidos grasos esenciales Omega-6 y aceites esenciales (Dermoscent Essential 6 spot-on, Laboratoire de Dermo-Cosmétique Animale) para reducir los signos clínicos de la DAC (Olivry et al., 2015).

Curiosamente, en un estudio publicado en fecha reciente, un champú medicado que contiene ácidos grasos esenciales fue tan eficaz como su vehículo. Este resultado puede explicarse por el hecho de que el lavado en sí mismo ayuda a eliminar el alérgeno del pelaje. Dado que la vía epicutánea de exposición al alérgeno es una de las formas más importantes por las que los perros están expuestos a éste, el baño con productos no irritantes es de gran beneficio, tanto para los brotes agudos como para el tratamiento a largo plazo (Marsella, 2012).

CHAMPÚ Y ESPUMA CON OPHYTRIUM

El producto tópico ideal para la DAC debe ser un emoliente, que ahorre barreras lipídicas, equilibre el microbioma (es decir, evite la disbiosis o infección bacteriana y por levaduras), sea fácil de aplicar y esté bien tolerado, y que además tenga cierta actividad residual en la piel. Recientemente se ha desarrollado una gama de productos que contienen ophytrium (un extracto de raíz de hierba mondo-japonesa, Ophiopogon japonicus) para lograr estos objetivos (gama Douxo® S3; Ceva Sante Animale), estas formulaciones incluyen emoliente/calmante (Douxo® S3 Calm), antibacteriano/antifúngico con 3 % de clorhexidina (Douxo® S3 Pyo) y antiseborreico con extracto de Punica granatum (granada) (Seboliance / Douxo® S3 Seb). El ophytrium bloquea las vías inflamatorias, mantiene la morfología epidérmica y la función de barrera, también reduce la adherencia de estafilococos y la formación de biopelículas en modelos de epidermis humana y canina (Nuttal, 2020).

Los ciclos de aplicación de champú y espuma de 3 semanas ayudarán enormemente a cumplir con el tratamiento. Si bien es poco probable que estos productos manejen a un paciente por sí mismos, pueden mejorar la eficacia de la terapéutica utilizando otras modalidades, como la inmunoterapia específica con alérgenos y el tratamiento antiinflamatorio. Reducir la necesidad de tratamiento sistémico mejorará la seguridad y reducirá los costos. Finalmente, el uso de antimicrobianos tópicos eficaces reducirá la necesidad de antimicrobianos sistémicos. Esta es una parte vital de la administración de antimicrobianos. Por lo tanto, siempre se deben considerar los beneficios de la terapia tópica en el manejo de la DAC (Nuttal, 2020).

CONCLUSIÓN

Existen múltiples factores patogénicos, los cuales son responsables tanto de la inflamación cutánea como del prurito en pacientes con DAC. El tratamiento tópico proactivo puede prevenir y retrasar las recaídas cuando éstas tienden a ocurrir. Estos tratamientos deben ser reevaluados de acuerdo con la respuesta del paciente, sobre todo en los cuadros agudos de signos clínicos de DAC, y ser modificados cuando sea necesario. La llave del éxito para tener resultados favorables a largo, plazo es usualmente una combinación de tratamientos para maximizar los beneficios y minimizar los efectos adversos.

Bibliografía

  1. DeBoer D., Schafer J., Salsbury C., Blum J., Beale K., Vitale C., Muse R., Moriello K., Garfield R., Keefe T., Mc Arthur R. (2002). Multiple-center study of reduced-concentration triamcinolone topical solution for the treatment of dogs with known or suspected allergic pruritus. American College of Veterinary Dermatology Annual Meeting, Norfolk, Va.
  2. Marsella R., Segarra S., Ahrens K., Alonso C., Ferrer L. (2020). Topical treatment with sphingolipids and glycosaminoglycans for canine atopic dermatitis. BMC Veterinary Research.
  3. Marsella R. (2012). An update on the treatment of canine atopic dermatitis. Department of Small Animal Clinical Sciences, College of Veterinary Medicine, University of Florida Gainesville, FL, USA. Veterinary Medicine: Research and Reports.
  4. Muller W., Griffin C., Campbell. (2013). Small Animal Dermatology. Saunders, Elsevier. St. Louis, Missouri.
  5. Nutall T. (2020). Topical therapy in canine atopic dermatitis: New products. School of Veterinary Studies, University of Edinburgh, Easter Bush Campus. Companion Animal.
  6. Olivry T., DeBoer D., Favrot C., Jackson H., Mueller R., Nutall T., Prelaud P. (2015). Treatment of canine atopic dermatitis: 2015 updated guidelines from the International Committee on Allergic Diseases of Animals (ICADA). Department of Clinical Sciences, College of Veterinary Medicine, North Carolina State University. BMC Veterinary Research.
  7. Olivry, T., Muller, R.S., (2003). Evidence-based veterinary dermatology: a systematic review of the pharmacotherapy of canine atopic dermatitis for the International Task Force on Canine Atopic Dermatitis. Veterinary Dermatology.
  8. Saridomichelakis N., Olivry T. (2015). An update on the treatment of canine atopic dermatitis. The Veterinary Journal.
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